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Las ventajas de tener un mentor

Cuando empiezas a trabajar como consultor, mentor o incluso también les pasa a los coachs, a menudo te encuentras a gente que no entiende la necesidad y las ventajas de tener a alguien que te acompañe en el proceso hacia tu objetivo. La gran mayoría piensa que puede alcanzar sus objetivos por sí mismos, que solo deben seguir al sentido común, la lógica o el instinto. Y sí, pueden, pero con ayuda tendrán una visión más amplia, un apoyo, un consejo, un ánimo extra.

 Aquí os traigo una lista de once ventajas de tener un mentor:

  1. Experiencia y formación. Aunque se puede tener una idea general y hacer algún que otro curso rápido aprovechando los recursos que nos proporciona Internet, no podemos ser expertos en todo. Uno tiene que ser bueno en lo suyo, y saber rodearse de los mejores, o de los que pretenden ser los mejores en el área que él no domina. No todos tenemos que saber de marketing y comunicación, de temas legales o fiscales, lo importante es que conozcas bien tu área de trabajo y te rodees de gente profesional, con formación y experiencia que te den confianza.
  1. Mantener el rumbo. Un mentor te ayuda a mantenerte enfocado hacia tu objetivo. Te ayuda a detectar cuando estás desviando la atención del camino o alejando de él, y te enseña a decir no a aquello que no te acerca a él. 
  1. Estrategia ordenada. Todo lleva un proceso: un análisis, unas posibles opciones, una reflexión, una elección y una comprobación. Cuando actuamos por sentido común, casi nunca seguimos ese proceso, tomamos elecciones en base a creencias, al instinto, a recomendaciones, a oportunidades espontáneas… Y esas decisiones suelen estar desordenadas, no siguen un plan, ni surgen de una profunda reflexión, sino que persiguen una idea repentina, una sugerencia de un tercero, y a veces ni siquiera tenemos identificado el objetivo real que hay detrás.
  1. Acompañamiento. La soledad del emprendedor, o más simple, de cualquier persona que asuma una responsabilidad, es dura. Tener alguien a tu lado con quien hablar, que haya pasado por lo mismo que tú, que empatice contigo, que entienda tus emociones, tus miedos o tus inquietudes resulta reconfortante. A menudo, en temas personales, podemos compartir lo que nos pasa con amigos y familiares; pero lo laboral, por lo específico y por la parte que nos frena en nuestro interior, cuesta más compartirlo.
  1. Compromiso. Últimamente me he dado cuenta de que las personas nos comprometemos más con los demás que con nosotros mismos. Supongo que debe ser porque a nosotros nos perdonamos más fácilmente de lo que creeremos que les costará perdonarnos a los demás si les fallamos. El comprometerte con un mentor a hacer una cantidad de ejercicios, herramientas o tareas, en una fecha determinada, hace que veas el plazo como algo a cumplir. Además, trabajar con un mentor te ayuda a centrarte en ti y darte cuenta de que el verdadero compromiso es contigo mismo, porque eres tú quien quiere alcanzar ese objetivo.
  1. Confrontación. Necesitamos alguien que nos cuestione, que nos ponga en duda para que tengamos que demostrar y reafirmar que la decisión que hemos tomado es la correcta.
  1. Detector de incongruencias. Éstas, a menudo, nos muestran creencias limitantes o miedos que nos impiden avanzar a nuestro objetivo. Tener alguien que escuche activamente nuestros pensamientos para detectar incongruencias, creencias limitantes, miedos o errores de cálculo nos ayudará a avanzar.
  1. Visión externa. A veces estamos tan metidos en lo que hacemos, que no vemos más allá de lo que estamos haciendo. Un mentor te amplía el campo de visión.
  1. Contactos. Es una manera de ampliar tu red de contactos profesionales. El mentor tiene también una función de conector entre aquellas personas que conoce y que podrían trabajar juntos.
  1. Seguimiento. Te ayuda en tu autoevalución del trabajo, de lo que has hecho hasta ahora y de lo que queda por hacer hasta alcanzar la meta. Te ayuda a no relajarte ni te permite buscar excusas ni justificaciones. Te da refuerzos positivos cuando superas pasos.

Ventaja Extra:

El mérito sigue siendo tuyo. Porque lo hagas solo, no tiene más valor, el logro sigue siendo igual de importante. De hecho, que te acompañen no es que te hagan el trabajo, es solo una guía, una ayuda, un consejo. El ejecutor siempre serás tú, el trabajo es tuyo y el mérito también. Desde chicos nos han inculcado ese “y lo ha hecho él solito” como si por eso fuera mejor, cuando lo importante sigue siendo el logro.

Hoy no me voy a entretener en el cierre del post, solo recordaré ese proverbio africano que dice: “Si quieres ir rápido, camina solo. Si quieres llegar lejos, ve acompañado”.

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