Lo primero, esto no se va a olvidar, vivimos en una época en la que todo se digitaliza, se guarda, se almacena y a la mínima que el nombre da Cala salga a escena, alguien añadirá la coletilla “el que dijo negro de mierda a Diakhaby”, lo dijera o no. Esto es una comunicación de crisis de una marca personal, la analizamos.
Sí, claro que existe la presunción de inocencia, pero una cosa es lo que judicialmente se diga (aunque sea en un tribunal deportivo) y otra lo que socialmente se piense. La presunción de inocencia no existe en la percepción social. No se basa en pruebas irrefutables, se basa en intuiciones, en un audio suelto, en una reacción del jugador presuntamente ofendido, en los antecedentes dialécticos de Cala, en la fama de “jugador de sangre caliente” que tiene.
Un resumen de los hechos por si hay quien aún los desconoce.
Domingo 4 de Abril 2021, 18:30h, Ramón de Carranza (Cádiz). Partido correspondiente a la jornada 29 de LaLiga Santander, Cádiz CF – Valencia CF. Jugada en el área valencianista, en un balón aéreo chocan Cala, jugador del Cádiz CF, y Diakhaby, jugador del Valencia CF. El balón cruza el mediocampo del Cádiz CF, y los dos jugadores siguen hablando, Diakhaby persigue a Cala olvidándose del balón y de todo, se muestra indignado y reclamando algo. El árbitro amonesta a Diakhaby, con quien charla, y éste le explica que Cala le ha dicho “negro de mierda”. El Valencia se retira del campo. Dado que el árbitro no escuchó nada, no puede tomar la decisión de dar por terminado el partido. El Valencia debe continuar el partido si no quiere que se lo den por perdido 3-0 en contra además de una más que posible sanción.
Diakhaby decide que sus compañeros sigan jugando, pero él no, es sustituido por Guillamón mientras termina el partido sentado solo en la grada. Cala niega haber dicho ningún insulto racista, es lo que dice su entrenador, es lo que defiende el comunicado del Cádiz CF. Parece ser que Cala no hace nada después del partido, ni va al vestuario visitante ni habla con Diakhaby. El Valencia pide a la Liga que se investigue. Aparece un audio del partido en el que se escucha claramente “negro de mierda, ¿vas a llorar?”, pero no se puede identificar a quién lo dice. Cala anuncia que dará una rueda de prensa mañana martes. A Cala le apoyan Cristóbal Soria y Clemente.
Hecho el resumen, vamos al lío.
Imaginemos por un momento que Cala no dijo eso. Antes de nada debe saber que no sirve lo que diga en rueda de prensa, sino lo que demuestre, porque de las palabras es mucho más fácil desconfiar que de los hechos.
Lo primero que debería hacer, ipso facto, sería hablar con Diakhaby y explicar el malentendido (insisto, si lo hubiera). Ya me parece que es una reacción tardía, debió hacerlo nada más relajarse la gente del altercado, incluso nada más acabar el partido.
Y segundo, tiene que demostrar u ofrecerse a esclarecer, para que no quede ninguna duda, que el del audio no es él. Si, lo sé, normalmente el que acusa es el que tiene que demostrar, y por eso la Liga no puede sancionarle, porque no puede demostrarlo, pero si quiere limpiar su nombre, sí que debe ir un paso más allá.
Ahora la otra opción, Cala lo dijo. Lo primero que debe hacer, igualmente, es llamar al ofendido y disculparse. Y no vale con un “lo siento”, o minimizar la situación diciendo que son cosas del fútbol, que lo que pasa en el campo se queda en el campo, que no es racista, que lo hizo por sacarle del partido… no valen excusas, hay que asumir los hechos y las consecuencias.
Aquí toca recordar las cuatro fases de una disculpa (lo acompaño de un ejemplo aproximado):
- Un reconocimiento de la ofensa. Te insulté.
- Una explicación de tus acciones. Lo hice para sacarte del partido sin tener en cuenta el significado que esa ofensa podía tener para ti y para la sociedad.
- Una expresión de remordimiento. Me arrepiento porque fuera el motivo de tu marcha del campo, y porque si queremos erradicar el racismo estos comentarios se deben acabar.
- Una propuesta de reparación del daño. Voy a dar una rueda de prensa diciendo esto mismo y voy a aceptar la sanción que me impongan, así como buscar alguna actividad o taller que me ayude a quitarme estas expresiones que empañan quien soy yo, a mi club y al fútbol.
Y entonces sí, dar la rueda de prensa sin caer en estos errores:
- El tiempo. No puede demorar más la situación, de hecho, no entiendo por qué ha esperado al martes a la rueda de prensa y no el lunes. Cada minuto que pasa permite que la bola se haga más grande, que la gente refuerce su creencia de que lo hizo y que además es mala persona por no haberlo reconocido aún.
- Las excusas o justificaciones. Nada lo justifica, no lo intentes, ni siquiera si se diera el caso de ser un cruce de insultos. No es lo mismo, porque ese es discriminatorio por razón de raza.
- Coherencia. Acepta y responde a todas las preguntas que te hagan, aunque se repitan, respóndelas con calma, honestidad y coherencia. Un fallo aquí, una contradicción o un detalle fuera de sitio hará que aumente la desconfianza en tu testimonio.
¿Y después de esto?
Siguiendo con la hipótesis de que lo hizo, afrontar la sanción como si fuera una lesión.
Lo primero que hará la gente es cuentas. Si tiene 31 y la sanción son X, entonces ya que se retire. No conozco a Juan, pero si fuera yo… sí sé que a mi no me gustaría retirarme de mi vida deportiva por la puerta de atrás.
A mi me gustaría que alguien me dijera que me tome este inconveniente como una oportunidad, un tiempo útil para centrarme en mí, en recuperarme física y anímicamente, para trabajar mi marca personal, para desarrollar mi plan tras la vida competitiva, para hacer acciones que rediman y compensen mi error, pero volver al fútbol, aunque solo sea un año más.
Y sí, también un tiempo para aceptar que, aún haciendo todo esto, nunca dejará de ser, el futbolista que llamó “negro de mierda” a Diakhaby, lo dijera o no.