He tardado un tiempo, pero creo que al fin he encontrado los argumentos para convencerte, a ti, deportista, de que tu imagen, y tu marca personal que se identifica con ella, forman parte de tu profesión. Al fin tengo respuesta a esa famosa frase que alguna vez habrás dicho o escuchado en otros compañeros: “yo solo quiero entrenar y competir”.
Todos tenemos claro que la imagen es la vía de generar ingresos y de conseguir inversión privada, pero pese a que eso es cristalino, muchos deportistas insistis en pedir ingresos por vía federativa o institucional, en vez de desarrollar vuestra marca y convencer a las marcas para que apuesten por vosotros.
Creo que el problema de base, lo que hace que estéis convencidos de que lo único que tenéis que hacer es trabajar es vuestro rendimiento, es porque no entendéis vuestro negocio. La mayoría creéis que dar el máximo rendimiento físico, táctico y mental para así obtener resultados, es vuestra vía de ingresos.
El deporte es mucho más que rendimiento y resultados
Puede que sea la que más conocéis, pero, claramente no es la única. Al igual que el rendimiento no es lo único que importa de vuestro negocio. Y lo sabes, seguro que tienes ejemplos a tu alrededor de deportistas con menor rendimiento o logros pero mayores ingresos. “Se vende bien”, dices. Y así es, pero porque entiende mejor tu negocio.
Cuando hablamos de los profesionales, de los proveedores de servicios y productos, solemos poner el foco en el producto, en la oferta. Lo que tú crees que es el rendimiento. Pero a la hora de desarrollar ese producto, se suelen mirar dos cosas: la necesidad que se resuelve y los beneficios que genera.
El deporte pertenece al tercer sector, el de servicios. Lo que el deporte ofrece, a la sociedad, más allá de su rendimiento, son varias cosas:
- Entretenimiento y diversión.
- Marca territorial (Marca España) y patriotismo
- Sentimiento de pertenencia
- Influencia positiva en valores
- Espacios publicitarios
Si lo miras con detenimiento, no hace falta tener un rendimiento alto para cumplir con estas funciones. Tener una marca personal trabajada, una imagen cuidada y reputada influye mucho más en estas acciones que tu propio rendimiento.
No estoy diciendo que tu rendimiento no sea importante, claro que lo es, porque ese factor define tu prestigio, aumenta tus oportunidades y tu visibilidad, además de proporcionarte ingresos. Pero me reconocerás, después de mostrarte para qué sirve el deporte, que algo está faltando.
Gestionar tu marca no es una distracción, es un aumento de valor
Esa frase de “entrenar y competir” se repite porque existe la creencia generalizada de que trabajar tu imagen va a afectar a tu rendimiento y competitividad para mal. “Te quita tiempo o te desconcentra”. No voy a negar que puede afectar en lo emocional, pero como cualquier otro factor personal de tu vida diaria.
Y no hay que irse solo a lo negativo, que seguro habrá que lidiar con comentarios, juicios, y otras cuestiones, pero me gustaría recalcar que trabajar tu marca personal implica ponerse en valor, lo que te ayuda a reforzar tu autoestima, y eso es una mejora clara en lo emocional. En cuanto al cansancio, la clave está en planificar, elegir bien los tiempos y cuantificar estas acciones. Y finalmente, creo que diversificar y aumentar tus ingresos te va a dar una estabilidad económica que seguramente te quitará mucha carga mental, te permitirá poder invertir más y mejor en tu rendimiento, y te quitará presión por lograr premios y bonus.
Igual hay que dejar de repetir pensamientos del pasado, y lo mismo que se ha mejorado lo físico, lo técnico, lo táctico, y lo mental, empecemos a trabajar en la marca y la imagen. Es el siguiente paso.
El deportista tiene parte de artista
Mi argumento hasta ahora era comparar al deportista con otros artistas. Personas que destacan por su habilidad, como actores, actrices, cantantes, que realizan obras artísticas: peliculas, series, canciones, discos, conciertos… pero saben que la forma de que sus productos se compren, son por el impulso de su imagen, de su marca.
Así, los tienes yendo a la televisión, a los concursos, a los eventos, creando contenido colaborativo, haciendo acciones con marcas, interactuando con su público de todas las formas posibles. Incluso ha llegado el punto en el que, a la hora de elegir a una actriz o un actor, se valora su marca y su capacidad de atracción para llevar a la gente a las salas o consumir la obra. Al igual que cuando el valor de un futbolista aumenta porque se habla de su capacidad para vender camisetas con su dorsal.
Tuve la suerte de formar parte del Málaga CF de Champions, y hay una percepción que comento con frecuencia. Es el hecho de que las estrellas que se ficharon, los Baptista, Van Nistelrooy, Joaquín, Demichelis, Cazorla… mostraban muy buena actitud para afrontar las entrevistas y los actos; mientras que los futbolistas más de casa, del Málaga de siempre, les costaba o iban a regañadientes y protestando. Y, más allá del rendimiento, que era notable, ese factor era el que para mí marcaba la diferencia y la profesionalidad. Los primeros eran muy conscientes de que las relaciones, los saludos, las atenciones, las firmas, los actos… todo eso formaba parte de su trabajo.
Gestionar tu marca personal es invertir en ti
No sé porqué se dice “yo solo quiero entrenar y competir” cuando realmente los profesionales del deporte, los que generan ingresos, ninguno de ellos, solo entrena y compite. Sí, tienen equipo en los que delegar y derivar mucho trabajo del día a día, pero la marca, lo que representas, tu mensaje, el acudir a eventos, las relaciones, la atención a medios, las grabaciones y shootings, la actitud y la energía, dependen exclusivamente de ti, y nadie más debería asumir esa función.
Tener equipo implica un gasto, conlleva invertir. Inviertes en equipo para trabajar una marca para poder generar más ingresos. Es una apuesta por ti.
La mayoría de los deportistas o directamente no apostáis por vuestra imagen, o destináis todo lo que tenéis, poco o mucho, a tu rendimiento y a tus competiciones, que es lo que se ve, lo tangible, lo cortoplacista, y quizás lo que pensabas que era tu producto hasta ahora.
Entiendo que es dificil invertir en algo desconocido, que no se ve, que incluso puede dar miedo, para lo que no se tienen conocimientos, ni garantías de éxito (aunque tampoco hay garantía de éxito 100% asegurada en el trabajo para mejorar el rendimiento). Si te animas, nuestra agencia está a tu disposición.
Si no inviertes dinero, invierte tiempo. Valoro mucho a los deportistas a los que, pese a no invertir en equipo, dedican su tiempo en echarle morro, seguir el sentido común, y tratar de abrirse y relacionarse con el mundo.
Hoy quiero contarte que al fin existe una alternativa a la de formarte para hacerlo con estrategia y guía. No será lo mismo que el gasto de tener un equipo, ni será un derroche de tiempo y energía por aprender a base de tropezones y tardar en lograr el objetivo si no te rindes por el camino.
Aquí estamos para ayudarte a trabajar en todo tu negocio.
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